El pingüino rey, personificación en frac de las tierras subantárticas, reacciona tan sensiblemente al calentamiento global, que pronto podría extinguirse.
Millones de pingüinos dan su impronta aún a los territorios e islas circumpolares del hemisferio sur. Pero ello puede cambiar en las próximas décadas. Como pocos otros animales los pingüinos están perfectamente adaptados a las severas condiciones de vida de esas zonas frías. Esa ventaja puede transformarse rápidamente en una pena de muerte si el entorno cambia.
Un equipo de investigadores en torno a Yvon Le Maho, del departamento de Ecología, Fisiología y Etología del Instituto Pluridisciplinario Hubert Curien, de Estrasburgo, realizó un estudio de largo plazo que acaba de ser publicado en la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences”.
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Colonia de pingüinos reales ante un glaciar en la costa de Georgia del Sur.En lugar de utilizar las usuales bandas de marcado, que en algunos casos tienen efectos negativos, 456 ejemplares fueron marcados con chips subcutáneos. Así pudo ser determinada por radio la localización exacta de los animales y con qué frecuencia abandonaban sus lugares de empolle.
Las consecuencias de El Niño
Para realizar sus estudios, los científicos recurrieron a las oscilaciones de temperatura naturales provocadas por el fenómeno de El Niño: como consecuencia de los cambios en las corrientes marinas entre la costa occidental de América del Sur y el Sudeste de Asia, agua caliente penetra regularmente en lapsos de dos a siete años en la Antártida. Si bien El Niño no tiene origen en las actividades humanas, se estima que se produce cada vez más frecuente e intensamente debido al efecto invernadero.
El pingüino rey, (Aptenodytes patagonicus), es el segundo mayor pingüino después del pingüino emperador (Aptenodytes forsteri). Su pecho es blanquecino enmarcado por una línea oscura; su espalda, gris y su cabeza, negra. Tiene un pico largo, puntiagudo y en parte anaranjado. Sus patas están adaptadas para nadar. Vive hasta veinte años en estado natural.
Su ciclo de reproducción se extiende durante 16 meses. Generalmente se reproduce dos veces cada tres años. El ciclo es complejo y hace a las aves particularmente sensibles a los cambios en la oferta alimentaria. El pingüino real se alimenta principalmente de pequeños peces y calamares. Éstos viven a su vez de krill, diminutos crustáceos que reaccionan muy sensiblemente a cambios de temperatura. Por ello, el krill es un muy buen indicador de transformaciones en los ecosistemas.Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Hábitats del pingüino rey. Gráfico: DW / Peter Steinmetz
Drástica disminución de la oferta alimentaria
Los investigadores constataron que el aumento de temperatura durante las fases calientes de El Niño afecta negativamente tanto las tasas de reproducción como las de supervivencia de los animales adultos.
Las observaciones se realizaron entre 1997 y 2006. El resultado: durante El Niño, las aves que empollaron tempranamente no tuvieron mayores dificultades, pero las que empollaron algo más tarde sufrieron un duro impacto por la drástica disminución en la oferta alimentaria. Le Maho calculó que un aumento de temperatura de 0,26 grados centígrados llevó a una disminución del 9 por ciento en las posibilidades de supervivencia de la población de pingüinos.
Los climatólogos de la ONU prevén que en las próximas dos décadas, la temperatura global aumentará 0,20 grados centígrados por década. La conclusión de los científicos es deprimente: “Nuestras observaciones sugieren que las poblaciones de pingüinos reales están fuertemente amenazadas de extinción bajo las actuales predicciones de calentamiento global.”
Fuente: dw-world
No hay comentarios:
Publicar un comentario