jueves, 9 de abril de 2009

Me rasco porque me pica

Es bien sabido que contra la picazón, no hay nada mejor que rascarse. Sin embargo, hasta ahora, poco se sabía sobre los mecanismos fisiológicos que hacen que esta acción nos proporcione tanto alivio.

Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, parece haber hallado la respuesta.

Según los expertos, al rascarnos una zona del cuerpo irritada, se produce un bloqueo en algunas células de la médula espinal que transmiten la sensación al cerebro.

Sin embargo, si nos rascamos cuando no sentimos picor, no se activa el mismo mecanismo.

El estudio fue publicado en la revista Nature Neroscience.

Investigaciones anteriores ya habían demostrado que el secreto radicaba en una zona específica de la médula espinal. Las células nerviosas de esa parte demostraron una mayor actividad cuando se se aplicó sobre la piel una sustancia irritante.

Contra la picazón crónica

Esta investigación, llevada a cabo con primates, descubrió que la acción de rascarse la piel inhibía la actividad de las células nerviosas en el tracto espinotalámico, con lo cual la médula espinal no podía transmitir las señales de la zona que había sido rascada al cerebro.

El Doctor Glenn Giesler espera que este trabajo pueda contribuir a hallar formas de aliviar la picazón crónica de forma efectiva desde el principio. Sin embargo, dijo que aún se necesita más información sobre los procesos químicos subyacentes a este efecto.

Para el profesor Gil Yosipovitch, un experto en picazón de la Universidad de Wake Forest en Carolina del Norte, EE.UU., el hallazgo es "potencialmente significativo".

"Si bien aún hay mucho por hacer, se pueden desarrollar métodos para provocar una agradable sensación como la de rascarse, sin dañar la piel, ya sea vía estímulo mecánico o a través de fármacos que inhiben a estas neuronas, y así tratar a la picazón crónica".

¿Y el dolor?

Pero no hay que olvidar, agregó el profesor Yosipovitch, que el rascarse y la picazón son fenómenos complejos en los que participan también las emociones, además de la fisiología.

"Aún no está claro por qué rascarse produce este efecto o por qué sólo es efectivo para la picazón y no para los dolores, que se transmiten al cerebro por la misma vía"

Paul Bays, University College

"La principal pregunta que aún no tiene respuesta es qué pasa en los pacientes que sufren de escozor crónico y que al rascarse pueden empeorar la percepción que tienen de la picazón".

En opinión del profesor Patrick Haggard, del University College de Londres "todos sabemos que al rascarnos sentimos menos picazón, pero este estudio muestra cómo funciona este mecanismo".

El Doctor Paul Bays, del Instituto de Neurociencia cognitiva del University College, coincide en que el estudio explica por la parte fisiológica, cómo se reduce la sensación de escozor.

"Sin embargo, aún no está claro por qué rascarse produce este efecto o por qué sólo es efectivo para la picazón y no para los dolores, que se transmiten al cerebro por la misma vía".

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