El planeta 'es víctima hoy de una grave adicción al carbono', advirtió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en su mensaje del Día Mundial del Medio Ambiente.
El 5 de junio de cada año se dedica a la concienciación sobre la necesidad de proteger el entorno natural. Así lo decidió en 1972 la Asamblea General de Naciones Unidas, coincidiendo con la celebración de la Conferencia de Estocolmo que condujo a la creación del PNUMA, el Programa de la ONU para el Medio Ambiente, con sede en Nairobi.
Este año el lema de la jornada es la lucha contra lo que la ONU considera un 'hábito' humano más pernicioso a nivel global que el tabaco o el alcohol: el carbono.
En su mensaje general, Ban dice que este hábito 'es algo terrible. Nos hace negar verdades importantes y no nos permite ver las consecuencias de nuestros actos. Nuestro mundo es víctima hoy de una grave adicción al carbono'.
'La dependencia de la energía basada en el carbono ha producido una acumulación considerable de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El año pasado, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que fue galardonado con el Premio Nobel, desmintió para siempre a los escépticos que negaban el calentamiento de la atmósfera', señala el secretario general de la ONU.
'Sabemos -añade- que el cambio climático es una realidad y sabemos que lo causan las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero'.
Día Medio Ambiente |
Naciones Unidas, en su mensaje de este año, alerta de que el uso de combustibles fósiles no es la única fuente de carbono, pues 'en los trópicos se están talando valiosos bosques para la producción de madera y papel, para crear tierras de pastoreo y terrenos cultivables y, cada vez más, para dar lugar a plantaciones a fin de atender a la demanda creciente de biocombustibles'.
'Esta nueva manifestación de nuestra adicción al carbono no sólo libera gran cantidad de CO2, sino que también destruye un recurso valioso para la absorción del carbono de la atmósfera, lo que incrementa la contribución al cambio climático', recuerda Ban Ki-moon.
En un mensaje nada condescendiente, el secretario general de la ONU dice que las consecuencias del cambio climático son profundas: 'Los ecosistemas, de las montañas a los océanos, de los polos a los trópicos, están cambiando rápidamente. Las ciudades de las zonas bajas se ven afectadas por inundaciones, el terreno fértil se convierte en desierto y el clima resulta cada vez más impredecible.
'Todos pagaremos el precio', advierte Ban. 'Los pobres serán los más afectados por los desastres producidos por los fenómenos atmosféricos y por la enorme inflación de los precios de los alimentos básicos, pero incluso las naciones más ricas se enfrentan a la perspectiva de una recesión económica y a un mundo en conflicto en que se lucha por poseer los recursos en disminución'.
A lo largo de este día, en que organizaciones ecologistas han convocado actos por todo el mundo, los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea debatirán en Bruselas los esfuerzos que cada país deberá realizar para cumplir los objetivos fijados por los 27 para la reducción de las emisiones de CO2, un asunto que plantea problemas a muchos Estados miembros, empezando por los del Este.
Los países del Este, encabezados por Hungría, dejarán claro hoy su rechazo a que Bruselas utilice como referencia el año 2005 para calcular el modo en que cada Estado debe contribuir a recortar en un 20 por ciento las emisiones de efecto invernadero para 2020.
Ese grupo de países opina que el año 2005 favorece a los socios más ricos de la UE, por lo que pide que en su lugar se tenga en cuenta la situación de 1990, que les permitiría salir más favorecidos.
La petición choca con la oposición de la Comisión Europea (CE), que argumenta que antes de 2005 no se tenían datos precisos sobre las emisiones de CO2 por países.
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