La Tierra se formó hace unos 4.500 millones de años. Y los científicos coinciden en que la vida sobre el planeta se desarrolló después a partir de la materia inanimada cuando se dieron ciertas condiciones. Pero todavía no hay un consenso en los detalles sobre cuándo y cómo se dio ese origen.
Esta semana se publicó un nuevo estudio en la revista británica Nature que arrojó una pista para aclarar un poco más la cuestión. Fue realizado por los investigadores Oleg Abramov y Stephen Mojzsis, de la Universidad de Colorado, en los Estados Unidos.
Postulan que la vida en la Tierra podría haber surgido más de 600 millones de años antes de lo que se había calculado. Es decir, se habría desarrollado hace 4.400 millones de años de años, y habría sobrevivido al intenso bombardeo de meteoros que sufrió el planeta tempranamente. Por supuesto que nadie imagina que el planeta estuviera habitado por grandes animales en aquel momento. Serían tan solo bacterias.
"Es interesante que sigan presentándose nuevos resultados, pero aún no podemos considerarlos como respuestas cerradas y contundentes", opinó Adriana Schnek, investigadora en biología de la UBA y coautora del libro Curtis Biología. "Hasta el momento, sí está claro que el origen de la vida a partir de la materia inanimada fue posible a partir de que no había oxígeno libre en el planeta, ni se había formado la capa de ozono, entre otras condiciones", agregó.
Los rastros de vida más antiguos que se habían encontrado en la Tierra se remontan a 3.830 millones de años. Abramov y Mojzsis se preguntaron si un intenso bombardeo de meteoros que cayó sobre la Tierra durante unos cien millones de años podría haber afectado el comienzo de la vida.
Existía la posibilidad, señalaron, de que ese bombardeo hubiera destruido una hipotética vida más antigua. Se había pensado que el impacto de los meteoros podía haber vaporizado los océanos y generado una atmósfera de vapor extremadamente caliente que habría esterilizado al planeta.
Para aclarar un poco la cuestión, los científicos desarrollaron modelos de simulación tridimensional, y postularon que "la mayor parte de la corteza terrestre no se fundió ni se metamorfoseó, mientras que sólo un 10 por ciento sufrió un aumento de temperatura de más de 500 centígrados".
Esto significaría que, a pesar de los impactos de los meteoros, habría habido un aumento significativo del espacio habitable en la Tierra para la formas microbianas termófilas e hipertermófilas, capaces de subsistir a temperaturas entre 50° y 80 grados centígrados, e incluso hasta 110 grados centígrados.
Mientras que el volumen se redujo para aquellas formas que vivían a temperaturas inferiores a los 50 grados centígrados.
Pero "el volumen habitable total siguió sin embargo siendo aproximadamente el mismo, debido al enfriamiento relativamente rápido de la corteza terrestre cerca de la superficie", resumieron los geólogos.
Este estudio "permite pensar en un origen anterior de la vida, de cientos de millones de años antes" de lo que se suponía hasta ahora, según comentó Lynn Rothschild, una investigadora de la NASA.
Esta científica considera que el nuevo estudio abrió la posibilidad de que la vida haya aparecido una sola vez sobre la Tierra. Y que el planeta haya estado habitado de manera continua desde entonces.
Hasta ahora, varios biólogos pensaban que la vida pudo aparecer en más de una ocasión, teniendo en cuenta la aparente desaparición de una supuesta forma de vida antes de la lluvia de meteoros.
Los debates y los estudios científicos sobre los detalles del origen de la vida seguirán. Igualmente, la comunidad científica no duda de que los primeros habitantes fueron microorganismos que, con el paso del tiempo, fueron evolucionando (no siempre de un modo progresivo) y dando lugar a la diversidad de especies que pueblan la Tierra, incluyendo a los seres humanos. Se estima que hoy habría entre 5 y 100 millones de especies de plantas y animales, pero que sólo se han identificado 2 millones.
Fuente: El clarín
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