Ecologistas de los Balcanes y otros países europeos intentan proteger varias decenas de linces balcánicos que todavía quedan en Macedonia y que están en peligro de extinción, después de que esa especie desapareciera casi por completo en otras zonas del sureste de Europa.
Se calcula que en este país hay sólo entre 35 y 40 linces, y para una población estable son necesarios unos cien animales, según los expertos.
Este animal vive en altos montes del oeste de Macedonia, una de las pocas zonas balcánicas donde todavía persisten, junto con algunas de Albania, Montenegro y Kosovo, pero en esos países su número no alcanza los 30.
En el monte suroccidental macedonio de Galichica, cubierto de nieve e hielo, los especialistas en ecología sacaron esta semana las cámaras automáticas con sensores que durante dos meses estuvieron puestas en cavidades de árboles y otros lugares para grabar y fotografiar de cerca a esos felinos en los espesos bosques.
De esa manera, reunían datos sobre su número y movimientos importantes para el plan de su protección.
Las causas importantes de su desaparición en Macedonia son la caza furtiva, el deterioro del medio ambiente, la tala de bosques y leña y el escaso potencial reproductivo, entre otros factores.
"El lince no tiene otro enemigo natural más que al hombre. La única salvación para ese animal es reducir los peligros que le amenazan y aumentar el número de zonas protegidas en los montes, en forma de parques nacionales", declaró a Efe Dime Melovski, dirigente de ese proyecto elaborado en el Instituto Ecológico Macedonio (MED).
CAZADORES FURTIVOS
El lince es desde 1948 la especie protegida en Macedonia.
Pero los cazadores furtivos no tienen piedad con ése animal, pese a que les amenaza una condena de entre 5 y 8 años de cárcel si son capturados.
"La gente cree que el lince mata al ganado y por eso no lo quieren. Pero eso no es verdad. Para explicárselo, organizamos encuentros educativos con los campesinos, y también con los cazadores", dice a Efe Zoran, el presidente del club local de cazadores que también es guía por el monte para los ecologistas.
Según datos del MED, el lince empezó a desaparecer en los Balcanes ya en los siglos XVIII y XIX.
A partir del 1900, fueron casi extinguidos en la vecina Serbia, y en Macedonia, hasta 1974, había algo más de 120 ejemplares.
En el proyecto de protección del lince en Macedonia participan también ecólogos de Albania, Suiza, Alemania y Noruega. El mismo proyecto se aplicará en los montes del norte de Albania.
Suiza ha logrado, mediante el método de reproducción artificial, aumentar en 20 años de 6 a 140 el número de linces.
Algo similar ha pasado en España con el lince ibérico (Lynx pardinus), que se reproduce en granjas especiales.
Pero tales métodos no pueden aplicarse en los Balcanes debido a que el lince autóctono no podría sobrevivir una vez liberado del cautiverio.
Los especialistas macedonios quieren prevenir que se llegue al punto de alarma, porque sería muy difícil para este país balcánico encontrar recursos para tal forma de reproducción pues se trata de proyectos que cuestan varios millones de euros.
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