Interesante...
Para conseguir avances en el análisis con ordenadores de imágenes médicas, el ingeniero informático de la Universidad de Waterloo, Canadá, Hamid Tizhoosh y sus colegas han tenido que admitir algo que es complicado de admitir para un ingeniero.
A los ingenieros les gusta la consistencia y la objetividad. Tiene que haber reglas y todo tiene que ser igual para todos los usuarios. Pero los seres humanos no funcionamos así. Nuestros juicios son inherentemente subjetivos.
Justamente por eso, intentos anteriores de analizar electrónicamente imágenes médicas que satisfagan a los médicos han fracasado. No importa lo finamente que sus algoritmos estuvieran puestos a punto, no ha habido hasta hora uno modo eficaz de diseñar un programa informático capaz de identificar objetos del mismo modo que lo hace una persona cuando los ve.
Tizhoosh asegura que su equipo ha superado esta dificultad gracias a varios años de investigación en el campo de la inteligencia artificial en conjunción con el tratamiento de imágenes médicas. El resultado es un programa, llamado Segasist, que gradualmente aprende las tendencias y preferencias del médico hasta que puede llegar a pensar como éste cuando analiza una imagen.
Comercializarlo
El resultado ha sido tan prometedor que ha atraído una inversión de 750.000 dólares para que la empresa creada para comercializar esta nueva herramienta, Omisa, lleve a buen puerto el proyecto. Omisa significa "Omnia-Modality Intelligent Segmentation Assistant". Segmentation (segmentación) se refiere a la identificación de objetos, como órganos, lesiones y tumores, a partir de resonancias magnéticas, ultrasonidos y otras técnicas.
Dado que los programas informáticos actuales hacen el trabajo de segmentación pobremente, los médicos frecuentemente tienen que seleccionar los objetos que aparecen en pantalla usando programas como el Adobe Photoshop. Esto supone un mucho empleo de tiempo cuando hay que manejar muchas imágenes.
"Es frecuente ver a cualificados cirujanos sentados en sus oficinas usando el ratón de su ordenador y haciendo clic allí donde se encuentra el tumor en esas imágenes", comenta Tizhoosh en The Record.
La primera vez que este informático se dio cuenta de la necesidad de este programa fue trabajando en Alemania en los años 90. Llevando a cabo un proyecto para mejorar la calidad de las imágenes para las terapias de radiación, percibió lo complicado que era dar respuesta a las demandas de los médicos.
"El modo en que los médicos lo hacen no se puede poner en ecuaciones", comenta. "La información era ambigua o vaga".
Tizhoosh empezó a desarrollar este software en el año 2000, en la Universidad de Waterloo. Ahora vuelve para ayudar a comercializarlo. La universidad recibirá el 25% del beneficio del software. "Creemos que tenemos un gran producto que puede demostrar tanto su capacidad para ahorrar costes como sus prestaciones para mejorar el sistema de salud", comenta Douglas Hyatt, un consultor de la empresa First Leaside, que ha invertido en este proyecto.
Omisa ha contratado a programador para convertir el prototipo en un software comercialmente viable. La empresa espera que los radiólogos prueben el nuevo programa este verano.
Los hospitales son el primer mercado objetivo de este software, pero según sus creadores tendría aplicaciones lejos de la medicina, como en astronomía y minería.
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