viernes, 20 de marzo de 2009

El bullying


Hola lectores, a lo largo de tres entradas, escribiremos sobre el "bullying" o acoso escolar, un tema actual y muy delicado, desde el punto de vista de vista psicológico y un poco también biológico.

Comenzemos...

"Bulling", es el término tan tristemente de actualidad (por cierto, bastante complejo definirlo, y más aún encontrar una traducción literal del vocablo inglés al castellano), que se utiliza para describir unos tipos de comportamientos no deseados que abarcan desde burlarse, hacer bromas pesadas, ignorar deliberadamente a alguien, hasta llegar a ataques personales e, incluso, abusos serios; comportamientos que pueden ser cometidos por un individuo sólo o también por un grupo o pandilla.

Estas situaciones están resultando bastante comunes en los centros educativos (colegios e institutos), y pueden llegar a ser muy dañinas para quienes las sufren, normalmente en silencio y soledad.

Más que la acción en sí misma, lo más importante son los efectos que produce entre sus víctimas. Nunca se debe subestimar el miedo que un niño, niña o adolescente intimidado puede llegar a sentir.

Por tanto, estas situaciones de acoso, intimidación o victimización son aquellas en la que un alumno o alumna está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que llevan a cabo otros compañeros, entendiendo por acciones negativas tanto las cometidas verbalmente o mediante contacto físico, como las psicológicas de exclusión.

No hay que confundir estas situaciones con los típicos altibajos que se producen en las relaciones entre los alumnos, especialmente a lo largo de la etapa de la pre-adolescencia y adolescencia. Los problemas de comportamiento, indisciplina, los conflictos y las malas relaciones entre iguales, son fenómenos perturbadores, pero no son verdaderos problemas de violencia, aunque pueden degenerar en ellos, si no se resuelven de forma adecuada.

Para prevenir y atajar posibles brotes, es muy conveniente centrar el tema y aclarar entre todos de qué estamos hablando y no pensar que "todo esto es normal entre escolares" ni que "se trata sólo de bromas".

Ejemplos de comportamientos y/o conductas no deseadas:

  • Cuando un chico o una chica se mete con otro compañero o compañera insultándole, poniéndole motes, burlándose de él o ella, amenazándolo/a, tirándole sus cosas, pegándole o diciendo a los otros que no se junten con él o con ella
  • Cuando en el patio de recreo, en los pasillos, en los servicios y/o en la propia clase sucede, a veces, que unos compañeros/as se meten con otros/as, se burlan de su aspecto, se ríen de ellos, y luego dicen que ha sido jugando o que el otro es un quejica, pero la verdad es que eso molesta
  • Cuando algunos chicos y chicas les dicen a los demás que no hablen a otra chica o chico, para que no tenga amigos ni amigas, o le acusan de algo siendo mentira
  • Cuando un chico o una chica abusa de su fuerza o se pone chulo o chula y se hace el guay, porque otros chicos y chicas les ríen las gracias, chulean, pegan o amenazan a otro compañero o compañera que no es tan fuerte, o que le da vergüenza enfrentarse con él o con ella y siempre se calla y aguanta
  • Cuando un grupo de chicos o chicas levanta rumores falsos sobre otro chico o chica, simplemente porque no quiere salir con ellos o porque no están dispuestos a hacer lo que ellos quieren ni aguantar sus cosas, y empieza a perder sus amigos/as y a tener cierta fama

¿Quiénes son responsables?

  • Los profesores/as y los padres tienen una responsabilidad especial en el cuidado de niños/as y adolescentes, lo que incluye ayudar a quien está siendo víctima de estas conductas no deseadas en la escuela. Pero los adultos no pueden hacerse cargo de estas tareas sin la ayuda de los propios niños/as y adolescentes.
  • Cuando alguien está siendo víctima del fenómeno "bullying" en un centro educativo, el resto de compañeros que no están implicados directamente, sí saben sobre lo que está sucediendo en el aula, en el recreo o en la calle. Aunque ellos no estén envueltos, podrían ayudar a quienes sufren estas conductas no deseadas.
  • Podrían animarles a hablar directamente con un adulto, o bien podrían ofrecerle hablar con un adulto en su favor. Puede ser que así, los compañeros agresores dejen de actuar contra otros, pues no les gustará saber que hay adultos que saben lo que están haciendo.
  • Todos los miembros de una comunidad educativa (alumnado, padres/madres, profesorado, etc.) tienen la responsabilidad de ayudar a quiénes están siendo víctimas y hablar de quienes tienen estos comportamientos violentos.

No hay comentarios: