Las bacterias patógenas, como la salmonella, pueden sacrificarse en aras de sus "compañeras" a las que confieren así una mayor virulencia, según un artículo publicado hoy por la revista científica británica "Nature".
EFE Este fenómeno, descubierto por científicos de la Universidad British Columbia de Canadá, ha sido bautizado como "cooperación autodestructiva".
Mientras estudiaban la infección de salmonella inducida en ratones de laboratorio, los investigadores, liderados por Michael Boebeli, observaron que había bacterias que se rompían y liberaban moléculas causantes de un proceso de inflamación.
En este proceso, las bacterias sacrificaban su vida pero daban a las otras células la oportunidad de crecer con fuerza en el intestino.
Este comportamiento, explicaron los científicos, sirve de "punto de apoyo" para el resto de las bacterias en su proceso de "colonización" del intestino, que causa enfermedades como la enterocolitis de salmonella.
Dichos científicos aseguraron que todos los integrantes de la población de bacterias poseen los genes para su autodestrucción "desinteresada", de manera que esa información genética perdurará en la colonia de microbios.
Sin embargo, tan sólo un grupo de células lleva a cabo ese sacrificio.
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